sábado, 3 de marzo de 2012

EL DERECHO DE MATAR INOCENTES.

Enero 2011/ Guadalajara, México.


- Reflexiones en torno a la abolición del “no preguntes, no digas”.

En 1969 se fundó en la ciudad de Nueva York el Frente de Liberación Gay (GLF) como respuesta organizada a la represión política que generaron los disturbios de Stonewall. El Frente de liberación se declaró desde el principio como una organización política anticapitalista que si bien reivindicó la liberación política de lesbianas y homosexuales también hizo explicita su oposición a la guerra de Viet Nam llevando tal exigencia a su programa de demandas que presentó ante la sociedad.


El GLF que un año mas tarde movilizó a cerca de 5 mil personas en una manifestación pacífica desde Greenwich Village hasta Central Park en la ciudad de nueva york y que seria la primera manifestación del orgullo gay celebrada en el mundo expuso:


“Somos un grupo revolucionario homosexual de hombres y mujeres que se han formado con el conocimiento de que la liberación sexual total para todas las personas no podrá llevarse a cabo hasta que hayan desaparecido las estructuras sociales existentes”.


Si hacemos un recuento de la historia del movimiento de liberación homosexual desde 1969 encontraremos muchas organizaciones como el GLF que se declararon firmes opositores tanto de las guerras emprendidas por los Estados Unidos como por el deber del servicio militar obligatorio y todo esto porque esos grupos sencillamente entendían que apoyar o servir en las agresiones bélicas era ser participe implícito o directo en los intereses imperialistas de su país.


Cuarenta y un años después de que el mundo vio nacer el Frente de Liberación Gay, las organizaciones actuales de la diversidad sexual sorprenden profundamente al celebrar con tanto entusiasmo la abolición del “no preguntes, no digas” que permite a los estadounidenses homosexuales poder ser parte como mencioné anteriormente, en la guerra imperialista de su país disfrazada bajo la patética e irresponsable frase de “servir a la patria”.


No es el fin de este escrito oponerme a la abolición del “no pienses, no digas”, porque opino que las personas no deberían ser consideradas capaces o incapaces de cualquier función en la sociedad basándose en su orientación sexual. El fin de este documento es reflexionar sobre si es justo o no que lesbianas y gays sirvan a los intereses del imperialismo Estadounidense.


“Servir a la patria.”

A diferencia de otros ejércitos del mundo, el de los estados unidos es un brazo armado hecho para intervenir violentamente en cualquier parte del mundo donde los intereses económicos de los capitalistas estadounidenses se ven amenazados o cuestionados. La dominación militar es una manera de presionar, controlar, interferir, chanteajar y amenazar para que una política moldeada a los intereses económicos de E.U sea posible.


Actualmente el ejército del los estados unidos tiene según el inventario del pentágono, 865 bases militares fuera de territorio estadounidense y más de 190 mil soldados desplegados en 46 países que pueden intervenir en las políticas nacionales de esos países o de los vecinos en cualquier momento violando así el derecho de soberanía, libertad y autodeterminación de los pueblos del mundo.

El ejército estadounidense está hecho para intervenir y de hecho lo hace muy seguido. Desde la década de los años 50 hasta la actualidad ha provocado mas de 20 conflictos armados siendo los mas conocidos la invasión a república dominicana, Honduras, El salvador, Puerto Rico, Guatemala, Viet Nam, Laos, Camboya, Granada, Somalia, serbia, Sudán, Afganistán e Irak.


La implementación de bases militares, entrenamientos, presencia de tropas en territorio extranjero, inversiones en tecnologías de monitoreo, espionaje y proyectos de infraestructura hasta campañas de propaganda y difamación, pasando por procesos de las llamadas “guerras de baja intensidad”, que promueven la opresión y estimulan la violencia contra los sectores de la resistencia son solo algunos de los muchos planes imperialistas con los que los Estados Unidos buscan someter a las naciones del mundo. El ejército estadounidense es responsable directo de la muerte de más de 5 millones de civiles.


Todos estos son los datos que tenemos que tener en mente cuando hablamos de lo que significa según los patriotas estadounidenses, “el honor de servir a su patria” o mejor dicho, la ignorancia y la falta de humanismo para “colaborar voluntariamente en los intereses imperialistas de su país”.


Don´t ask, don´t tell

El “no preguntes no digas” era la expresión con la que se conocía popularmente la política sobre homosexualidad de las fuerzas armadas de los Estados Unidos desde 1993 e implicaba la prohibición de que las personas homosexuales o bisexuales revelaran su orientación sexual mientras estuviesen en el ejercito.


La norma aplicada desde la administración de Bill clinton motivó la expulsión del ejercito de mas 12 mil militares desde nuevos reclutas hasta oficiales de alto rango posicionando a las fuerzas armadas como la única institución estadounidense que podía discriminar abiertamente a los homosexuales.


Sin embargo, la norma fue encontrando cada vez mayor oposición dentro de las propias fuerzas armadas. En el año 2007, 28 líderes militares jubilados de alto rango firmaron una carta en la que se instaba al congreso de los estados unidos a revocar la norma. Dos años después, en 2009 un estudio realizado por el pentágono reveló que el 70% de los soldados estadounidenses afirmaba que no le incomodaría que hubiera personas homosexuales en el ejército siendo una cifra realmente contrastante con los resultados de la presentada en 1993, cuando apenas un 16% de los soldados se pronunciaba a favor de que los homosexuales pudieran servir en el ejercito.


Para que la norma “no preguntes, no digas” fuera abolida en la administración del presidente Barack Obama en diciembre de 2010 fue de suma importancia la participación de la sociedad civil en el tema., sobre todo de soldados estadounidenses que fueron expulsados del ejercito y que desde entonces se dedicaron a iniciar intensas campañas políticas en todo el país en pro de la abolición de la ley y que con el paso de los años fueron ganando considerable apoyo entre la sociedad civil.


Según una encuesta del Pew Research Center realizada en 2010, año en que la norma fue abolida el 58% de los estadounidenses apoyaba la idea de que los homosexuales pudieran servir abiertamente en las Fuerzas Armadas.


Los 3 (ignorantes) argumentos de los patriotas yankis.

Dando un seguimiento a las organizaciones creadas para combatir la norma “no preguntes, no digas” podemos encontrar que los argumentos de estas agrupaciones fueron principalmente 3 y mencionados una y otra vez a lo largo de las campañas de resistencia civil pacifica que emprendieron contra la norma y que en mas de una ocasión provocaron el arresto de los manifestantes.


El primer argumento es lo que ellos llaman “servir a la patria” que como ya mencioné en renglones anteriores quiere decir “colaborar con los intereses imperialistas de los estados unidos”. Este argumento de “servir” es sumamente importante porque muchos opositores a la norma y que fueron entrevistados por las cadenas de televisión estadounidenses lo mencionaron si cansancio siendo mas de uno el que expresó su profundo deseo de ser participe en la guerra de Irak para “colaborar con la construcción de la democracia y la estabilidad” en ese país, por lo que el argumento de “servir” muestra en el fondo un profundo desconocimiento de los ciudadanos activistas estadounidenses sobre el papel real del ejercito Yanqui en el mundo y los verdaderos intereses que motivaron la invasión a Irak: adueñarse del petróleo y generar bases militares capaces de intimidar a los países vecinos que cuestionan el papel de los Estados Unidos en el mundo.


El según gran argumento de los activistas es que personal eficiente, genera un ¡ejercito responsable! (sic) y relatan que en los últimos 3 años mas de 100 mil personas con problemas psicológicos, antecedentes penales y bajo nivel educativo han recibido autorización para enlistarse en el ejercito estadounidense siendo 4,200 de estos los que cumplieron condenas por delitos graves. Sin embargo, el problema en el ejército de los estados unidos no radica en la preparación militar de sus filas sino en lo injustas que son las guerras de intervención militar. Sencillamente personas mas preparadas no hacen que la invasión sea menos injusta y mucho menos garantiza que vaya a haber menos victimas porque una guerra sin victimas es una guerra no echa.


Finalmente, el tercer gran (ignorante) argumento de los ciudadanos activistas estadounidenses supone que no se pueden plantear como homosexuales tener los mismos derechos civiles que sus pares heterosexuales sino tienen las mismas obligaciones que ellos, es decir servir al ejercito.


La operación “mismas obligaciones igual a mismos derechos” plantea también una pregunta interesante ¿es que acaso para vivir en un país libre es necesario colaborar en los proyectos que aplastan violentamente la libertad de otros pueblos?, ¿es que acaso un ciudadano estadounidense solo puede reclamar su derecho a vivir con un poco de dignidad únicamente si ha colaborado en la destrucción del derecho a vivir con un poco de dignidad de los ciudadanos de otros pueblos?, Pienso que si mis plenos derechos ciudadanos serán reconocidos hasta que cumpla con la obligación de ser cómplice de la guerra imperialista, entonces quiero ser un sujeto sin un solo derecho.


En 2010, un año decisivo para la abolición del “no preguntes, no digas” 12 mil banderas fueron colocadas frente al congreso de los estados unidos representando a todas las personas que fueron injustamente expulsadas de las fuerzas armadas por su orientación homosexual, una cifra lamentable que sin embargo no se acerca a los mas de 200 mil civiles que fueron asesinados injustamente en las guerras imperialistas de Irak y Afganistán.


Bien dicen que la preservación del imperio Estadounidense depende de la ignorancia y de la opresión de su propio pueblo.


José Eduardo Rodriguez Pérez/ @FeztGDL


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