jueves, 22 de marzo de 2012

HOMOFOBIA: UNA PRÁCTICA DE DOMINACIÓN CULTURAL EUROPEA


Por mucho tiempo, se ha asumido en occidente que los puntos de vista del sexo y la sexualidad son similares en todo el mundo. Nunca ha sido así, explica el historiador William Naphy.

La heteronormatividad, entendida como un régimen social político y económico que privilegia las prácticas sexuales heterosexuales como necesaria para el funcionamiento de la sociedad y cómo el único modelo válido de relación sexoafectiva, es un discurso y una práctica de dominación colonial de la Europa moderna y su hegemonía en las prácticas sexuales en culturas de todo el mundo es tan reciente como la hegemonía de la propia Europa a partir del siglo XVII

La realidad es que hasta el siglo XVI, fuera de la Europa medieval las culturas de todo el mundo estaban plagadas de referencias que otorgaban una vital importancia a las prácticas sexuales e incluso afectivas, entre personas del mismo sexo. Así lo han venido demostrando exhaustivas investigaciones en una gran cantidad de civilizaciones, en las que las prácticas sexuales entre personas del mismo sexo con sus matices y sus condiciones eran aceptadas e incluso consideradas necesarias para el desarrollo de la sociedad.

Cabe destacar en este punto, que civilizaciones antiguas del mediterráneo como fue el caso de Grecia y mas tarde Roma, tampoco estigmatizaban ni reprimían los actos sexuales entre personas del mismo sexo siempre y cuando se ajustaran a normas de interpretación social concretas.

Mas al oriente, en china por ejemplo, los reyes tenían disposición de tener prácticas homosexuales y podían ser participes de tales prácticas durante toda la vida. En la cultura China, la literatura más antigua conocida es una colección poética llamada Shi Jung (el clásico de odas), que Sugiere que la belleza y el erotismo no eran específicos de un género. El Shi Jung relata historias de relaciones entre nobles y guerreros del mismo sexo aunque también incluye relatos de afecto romántico entre hombres y mujeres. En la cultura china las relaciones mas comunes entre personas del mismo sexo eran aquellas conformadas por un hombre “pasivo” de nivel social inferior y un hombre “activo” de condición social mas elevada.

De manera generalizada, entre las culturas de África, hasta antes de la llegada de los Europeos, los actos sexuales entre personas del mismo sexo eran comunes y aceptados. Así lo demuestran estudios recientes que sacaron a la luz los “matrimonios” celebrados por casi todas las tribus del sur del continente para unir a dos mujeres, y la tolerancia de las creencias religiosas de la región hacia individuos que no podían o no querían conformarse a los patrones de género aceptados comúnmente. Por último, destacan el descubrimiento de pinturas en roca en los que se hace un fuerte énfasis en la fertilidad y la sexualidad en su sentido más amplio y donde entre otras cosas se muestran con claridad imágenes de sexo anal e intercrural ente hombres.

La información que tenemos respecto a la historia de los pueblos del Indo también confirma por los registros más antiguos que han perdurado, una enorme ambigüedad hacia el sexo y la sexualidad que incluso se muestra con claridad en las creencias religiosas de la región. Los dioses de la india por ejemplo, adoptaron muchos aspectos y mostraron disposición a amar y tener sexo con diversos individuos sin importar el género y lo que es más importante aún, los dioses no solo tenían relaciones sexuales con individuos del mismo sexo, sino que también alteraban su género y lo que es mas interesante, en algunos casos se consideraba explícitamente que tenían manifestaciones como hombres o mujeres y en algunos casos, eran ambos al mismo tiempo.

En la propia Europa hasta la debacle Romana las prácticas homosexuales estaban ampliamente difundidas por el imperio y entre los pueblos “barbaros”. Y siguió siendo común entre la población hasta la alta edad media, Incluso hay registros de uniones de parejas masculinas del mismo sexo celebradas tanto por los primeros cristianos como por la iglesia en un periodo avanzado de la edad media.

Y así, podemos seguir mencionando sin fin culturas de todo el mundo donde las prácticas entre personas del mismo sexo no eran condenadas ni perseguidas, y con ello demostrar haciendo un análisis radical de la historia que las prácticas homosexuales siempre estuvieron en las culturas de la humanidad, y que no son una moda ni una práctica producida por un sistema político y ecónomico post-industrial en decadencia.

Poner énfasis en esta nueva interpretación de las historias de los pueblos del mundo que no son la historia universal Europea, nos permite concluir que en primer lugar la persecución mundial de los actos homosexuales sin reservas se dio con la colonización y la expansión de la “modernidad” que implicó entre muchas otras cosas una obsesión desmedida por aumentar la población y la mano de obra que permitiera alcanzar la industrialización.

Asimismo que la persecución de la homosexualidad se expandió a las culturas de todo el mundo bajo el yugo colonial Europeo, el cual instituyó por primera vez la condena explicita de los actos homosexuales en culturas que jamás lo habían hecho.

Y finalmente, que la reivindicación de la no persecución de los actos sexuales entre personas del mismo sexo se puede entender como un proceso de descolonización en todas las sociedades del mundo a donde el yugo Europeo colonial llegó para imponer una visión completamente errada del como la sociedad debía vivir su sexualidad, bajo un régimen exclusivamente heterosexual, sin importar que esa visión excluyera a grandes sectores de la población que no se ajustaban a la norma: Mujeres que amaban a mujeres, Hombres que amaban a hombres, Mujeres y hombres que amaban a ambos, mujeres que eran hombres, hombres que eran mujeres.

En fin.

@FeztGDL

sábado, 3 de marzo de 2012

EL DERECHO DE MATAR INOCENTES.

Enero 2011/ Guadalajara, México.


- Reflexiones en torno a la abolición del “no preguntes, no digas”.

En 1969 se fundó en la ciudad de Nueva York el Frente de Liberación Gay (GLF) como respuesta organizada a la represión política que generaron los disturbios de Stonewall. El Frente de liberación se declaró desde el principio como una organización política anticapitalista que si bien reivindicó la liberación política de lesbianas y homosexuales también hizo explicita su oposición a la guerra de Viet Nam llevando tal exigencia a su programa de demandas que presentó ante la sociedad.


El GLF que un año mas tarde movilizó a cerca de 5 mil personas en una manifestación pacífica desde Greenwich Village hasta Central Park en la ciudad de nueva york y que seria la primera manifestación del orgullo gay celebrada en el mundo expuso:


“Somos un grupo revolucionario homosexual de hombres y mujeres que se han formado con el conocimiento de que la liberación sexual total para todas las personas no podrá llevarse a cabo hasta que hayan desaparecido las estructuras sociales existentes”.


Si hacemos un recuento de la historia del movimiento de liberación homosexual desde 1969 encontraremos muchas organizaciones como el GLF que se declararon firmes opositores tanto de las guerras emprendidas por los Estados Unidos como por el deber del servicio militar obligatorio y todo esto porque esos grupos sencillamente entendían que apoyar o servir en las agresiones bélicas era ser participe implícito o directo en los intereses imperialistas de su país.


Cuarenta y un años después de que el mundo vio nacer el Frente de Liberación Gay, las organizaciones actuales de la diversidad sexual sorprenden profundamente al celebrar con tanto entusiasmo la abolición del “no preguntes, no digas” que permite a los estadounidenses homosexuales poder ser parte como mencioné anteriormente, en la guerra imperialista de su país disfrazada bajo la patética e irresponsable frase de “servir a la patria”.


No es el fin de este escrito oponerme a la abolición del “no pienses, no digas”, porque opino que las personas no deberían ser consideradas capaces o incapaces de cualquier función en la sociedad basándose en su orientación sexual. El fin de este documento es reflexionar sobre si es justo o no que lesbianas y gays sirvan a los intereses del imperialismo Estadounidense.


“Servir a la patria.”

A diferencia de otros ejércitos del mundo, el de los estados unidos es un brazo armado hecho para intervenir violentamente en cualquier parte del mundo donde los intereses económicos de los capitalistas estadounidenses se ven amenazados o cuestionados. La dominación militar es una manera de presionar, controlar, interferir, chanteajar y amenazar para que una política moldeada a los intereses económicos de E.U sea posible.


Actualmente el ejército del los estados unidos tiene según el inventario del pentágono, 865 bases militares fuera de territorio estadounidense y más de 190 mil soldados desplegados en 46 países que pueden intervenir en las políticas nacionales de esos países o de los vecinos en cualquier momento violando así el derecho de soberanía, libertad y autodeterminación de los pueblos del mundo.

El ejército estadounidense está hecho para intervenir y de hecho lo hace muy seguido. Desde la década de los años 50 hasta la actualidad ha provocado mas de 20 conflictos armados siendo los mas conocidos la invasión a república dominicana, Honduras, El salvador, Puerto Rico, Guatemala, Viet Nam, Laos, Camboya, Granada, Somalia, serbia, Sudán, Afganistán e Irak.


La implementación de bases militares, entrenamientos, presencia de tropas en territorio extranjero, inversiones en tecnologías de monitoreo, espionaje y proyectos de infraestructura hasta campañas de propaganda y difamación, pasando por procesos de las llamadas “guerras de baja intensidad”, que promueven la opresión y estimulan la violencia contra los sectores de la resistencia son solo algunos de los muchos planes imperialistas con los que los Estados Unidos buscan someter a las naciones del mundo. El ejército estadounidense es responsable directo de la muerte de más de 5 millones de civiles.


Todos estos son los datos que tenemos que tener en mente cuando hablamos de lo que significa según los patriotas estadounidenses, “el honor de servir a su patria” o mejor dicho, la ignorancia y la falta de humanismo para “colaborar voluntariamente en los intereses imperialistas de su país”.


Don´t ask, don´t tell

El “no preguntes no digas” era la expresión con la que se conocía popularmente la política sobre homosexualidad de las fuerzas armadas de los Estados Unidos desde 1993 e implicaba la prohibición de que las personas homosexuales o bisexuales revelaran su orientación sexual mientras estuviesen en el ejercito.


La norma aplicada desde la administración de Bill clinton motivó la expulsión del ejercito de mas 12 mil militares desde nuevos reclutas hasta oficiales de alto rango posicionando a las fuerzas armadas como la única institución estadounidense que podía discriminar abiertamente a los homosexuales.


Sin embargo, la norma fue encontrando cada vez mayor oposición dentro de las propias fuerzas armadas. En el año 2007, 28 líderes militares jubilados de alto rango firmaron una carta en la que se instaba al congreso de los estados unidos a revocar la norma. Dos años después, en 2009 un estudio realizado por el pentágono reveló que el 70% de los soldados estadounidenses afirmaba que no le incomodaría que hubiera personas homosexuales en el ejército siendo una cifra realmente contrastante con los resultados de la presentada en 1993, cuando apenas un 16% de los soldados se pronunciaba a favor de que los homosexuales pudieran servir en el ejercito.


Para que la norma “no preguntes, no digas” fuera abolida en la administración del presidente Barack Obama en diciembre de 2010 fue de suma importancia la participación de la sociedad civil en el tema., sobre todo de soldados estadounidenses que fueron expulsados del ejercito y que desde entonces se dedicaron a iniciar intensas campañas políticas en todo el país en pro de la abolición de la ley y que con el paso de los años fueron ganando considerable apoyo entre la sociedad civil.


Según una encuesta del Pew Research Center realizada en 2010, año en que la norma fue abolida el 58% de los estadounidenses apoyaba la idea de que los homosexuales pudieran servir abiertamente en las Fuerzas Armadas.


Los 3 (ignorantes) argumentos de los patriotas yankis.

Dando un seguimiento a las organizaciones creadas para combatir la norma “no preguntes, no digas” podemos encontrar que los argumentos de estas agrupaciones fueron principalmente 3 y mencionados una y otra vez a lo largo de las campañas de resistencia civil pacifica que emprendieron contra la norma y que en mas de una ocasión provocaron el arresto de los manifestantes.


El primer argumento es lo que ellos llaman “servir a la patria” que como ya mencioné en renglones anteriores quiere decir “colaborar con los intereses imperialistas de los estados unidos”. Este argumento de “servir” es sumamente importante porque muchos opositores a la norma y que fueron entrevistados por las cadenas de televisión estadounidenses lo mencionaron si cansancio siendo mas de uno el que expresó su profundo deseo de ser participe en la guerra de Irak para “colaborar con la construcción de la democracia y la estabilidad” en ese país, por lo que el argumento de “servir” muestra en el fondo un profundo desconocimiento de los ciudadanos activistas estadounidenses sobre el papel real del ejercito Yanqui en el mundo y los verdaderos intereses que motivaron la invasión a Irak: adueñarse del petróleo y generar bases militares capaces de intimidar a los países vecinos que cuestionan el papel de los Estados Unidos en el mundo.


El según gran argumento de los activistas es que personal eficiente, genera un ¡ejercito responsable! (sic) y relatan que en los últimos 3 años mas de 100 mil personas con problemas psicológicos, antecedentes penales y bajo nivel educativo han recibido autorización para enlistarse en el ejercito estadounidense siendo 4,200 de estos los que cumplieron condenas por delitos graves. Sin embargo, el problema en el ejército de los estados unidos no radica en la preparación militar de sus filas sino en lo injustas que son las guerras de intervención militar. Sencillamente personas mas preparadas no hacen que la invasión sea menos injusta y mucho menos garantiza que vaya a haber menos victimas porque una guerra sin victimas es una guerra no echa.


Finalmente, el tercer gran (ignorante) argumento de los ciudadanos activistas estadounidenses supone que no se pueden plantear como homosexuales tener los mismos derechos civiles que sus pares heterosexuales sino tienen las mismas obligaciones que ellos, es decir servir al ejercito.


La operación “mismas obligaciones igual a mismos derechos” plantea también una pregunta interesante ¿es que acaso para vivir en un país libre es necesario colaborar en los proyectos que aplastan violentamente la libertad de otros pueblos?, ¿es que acaso un ciudadano estadounidense solo puede reclamar su derecho a vivir con un poco de dignidad únicamente si ha colaborado en la destrucción del derecho a vivir con un poco de dignidad de los ciudadanos de otros pueblos?, Pienso que si mis plenos derechos ciudadanos serán reconocidos hasta que cumpla con la obligación de ser cómplice de la guerra imperialista, entonces quiero ser un sujeto sin un solo derecho.


En 2010, un año decisivo para la abolición del “no preguntes, no digas” 12 mil banderas fueron colocadas frente al congreso de los estados unidos representando a todas las personas que fueron injustamente expulsadas de las fuerzas armadas por su orientación homosexual, una cifra lamentable que sin embargo no se acerca a los mas de 200 mil civiles que fueron asesinados injustamente en las guerras imperialistas de Irak y Afganistán.


Bien dicen que la preservación del imperio Estadounidense depende de la ignorancia y de la opresión de su propio pueblo.


José Eduardo Rodriguez Pérez/ @FeztGDL


LA REVOLUCIÓN SILENCIOSA.



Marzo de 2011/ Guadalajara, México.


Hace unos días, mientras caminaba por la ruidosa avenida 16 de septiembre aquí en Guadalajara, tuve la oportunidad de observar a dos mujeres que caminaban tomadas de la mano luciendo en sus muñecas pulseras arcoiris. Caminaban lenta y alegremente, una de ellas estaba embarazada. Para mí, fue una imagen de las que suelen marcar de por vida, profundamente enternecedora, porque aún cuando existe un ala gobernante empecinada en instaurar un modelo de familia único y heterosexual, las familias diversas siguen sonrientes abriéndose camino, demostrando día a día que como a sido siempre, la sociedad está cambiando.


“Abrirse camino” es una expresión fundamental para entender como se está trasformando esta ciudad ante la emergencia de una comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y trans VISIBLES considerando como importante el contexto político en el que se desarrolla: los cristeros y los oportunistas siguen siendo gobierno.


La emergencia de la comunidad a mi entender se encuentra impulsada por dos factores importantes: Un movimiento LGBT que reivindica desde hace 3 décadas la existencia de la diversidad sexual y una comunidad que está llevando a cabo la llamada “revolución silenciosa”.

Del movimiento, es decir de la comunidad LGBT políticamente organizada, podemos decir que surgió hace 30 años cuando un hombre llamado Pedro Preciado agrupó a varias decenas de homosexuales en la primera organización gay de Guadalajara (llamado Grupo Orgullo Homosexual y Liberación) y salió con ellos a las calles a demostrarle a conservadores y liberales que no solo existimos sino que también aportamos a esta sociedad.


En esta ciudad existió un activismo duro de corte radical que hizo frente a la ultraderecha de 1981 a 1993 consolidando a la urbe como el bastión de la resistencia gay más importante del país, de 1994 al año 2000 diezmado por la epidemia del SIDA y la falta de liderazgo político la extrema derecha logró arremeter contra el movimiento perdiéndose mucho de lo políticamente ganado, del año 2000 al 2008 prácticamente en la lona el movimiento reducido y debilitado pudo celebrar apenas una marcha anual del orgullo gay que además fue consumida rápidamente por los intereses del mercado rosa y la burguesía que lo dirige dejando este de ser un espacio para la reivindicación de demandas y solo a partir de 2009 con la aparición de nuevos actores políticos, el impulso de las batallas ganadas en el distrito federal y el rompimiento radical de muchos viejos esquemas que mantenían atrapado al movimiento, se experimentó una rápida transformación política que a corto plazo le ha devuelto a la ciudad su papel trascendente e importante en la batalla del movimiento LGBT a nivel nacional por la liberación.


En efecto, si leemos con detalle lo antes expuesto podemos deducir que el movimiento LGBT diezmado tanto por la derecha como por el divisionismo y la falta de claridad en los objetivos políticos perdió importantes 15 años de lucha. Sin embargo, pese a ese largo periodo histórico de activismo reducido nunca se detuvo aquello que sociólogos en todo el mundo refieren como la “revolución silenciosa” entendida en el contexto del movimiento de liberación gay como aquellas interacciones cotidianas entre los individuos que están socialmente prohibidas pero que al llevarse a cabo tanto en lo público como en lo privado generan una transformación social porque cuestiona (y confronta) en esa cotidianeidad justamente a los grupos que legitiman dichas prohibiciones.


La “revolución silenciosa” es un concepto mas complicado de lo que parece. Es revolución porque lo que hacen los individuos implicados es diferente y como ya dije anteriormente confronta y cuestiona lo ya establecido. Es silenciosa porque se lleva a cabo en lo micro social: entre dos personas, un grupo de amigos, de empleados o en la familia.


En términos generales y aplicado al contexto del movimiento LGBT la revolución silenciosa se manifiesta cuando las persona homosexuales (es decir disidentes del orden establecido) rompen con las normas que niegan la homosexualidad y por ejemplo, manifiestan públicamente una relación afectiva con alguien del mismo sexo o salen del armario ante sus amigos, compañeros de trabajo o ante su familia.


Para que pueda considerársele además como una revolución a estas acciones del individuo en su cotidianeidad tiene que ser una acción colectiva, es decir muchos individuos mostrando relaciones afectivas públicas en lo cotidiano y muchos mas saliendo del closet ante los círculos sociales en los que convive, ya que esto implica que la batallas en lo micro social por legitimar nuevas formas de ser y convivir generan un cambio en la visión de toda una sociedad, sencillamente porque esta se conforma por esos pequeños círculos sociales donde esa batalla por la transformación se está debatiendo y avalando cada vez con mas fuerza.


La revolución silenciosa en Guadalajara que comenzó en el submundo antes de que naciera el movimiento de liberación gay, se visibilizó en el espacio público cuando el movimiento tomó las calles, se mantuvo cuando dicho movimiento entró en un estado de decline y se aceleró rápidamente cuando en otras regiones mas afortunadas en lo político se legitimó la existencia de la diversidad sexual en lo institucional, ello aunado a un movimiento organizado y cada vez mas fuerte y profundamente revolucionario por su agenda de “romper esquemas”, son las dos grandes expresiones que han empujado la transformación de esta ciudad, la “revolución arcoiris”.


No tengo datos cuantitativos y sin embargo puedo suponer por lo que como activista diariamente veo, que sobre todo los más jóvenes son los militantes inconscientes mas comprometidos con la revolución silenciosa que está generando al decir “soy gay” o “soy lesbiana” en la calle o en su casa las condiciones sociales para que haya transformaciones políticas que obliguen a reconocer la existencia de la diversidad sexual y a legitimar los cambios que sean necesarios para que un grupo históricamente en desventaja como lo es el LGBT deje de estarlo.


El día de ayer justamente una mujer de unos 40 años me platicaba lo doloroso que ha sido para ella que su hijo (de 15 años) le confesara recientemente que es homosexual. Esta valiente mujer que llora amargamente cada que habla del tema no es la única que vive en esa situación y seguramente tampoco es la única que a pesar de todo, está dispuesta a enfrentarse a sus prejuicios y temores antes que a fracturar para siempre la relación con uno de sus hijos. Esta es la revolución silenciosa que se da en la privacidad de una relación madre-hijo pero que implica un frente de batalla importante por manifestarse en la unidad más conservadora de la sociedad: la familia y que implica que cuando estas pequeñas unidades cambian, la sociedad lo hace también, a veces incluso más rápido de lo que queremos creer.


Dos mujeres abrazadas cariñosamente en un plaza pública abarrotada, dos hombres que se besan apasionadamente en una estación del tren donde hay decenas de personas, un joven que confiesa a sus amigos o compañeros de trabajo su orientación bisexual, una bandera gay que ondea en la ventana de una casa cualquiera en un barrio de la ciudad cualquiera donde vive una pareja homosexual casada, cientos de personas en una marcha que reivindica el enorme e importante aporte que hacen a la sociedad las mujeres lesbianas, dos mujeres que caminan tomadas de la mano esperando un hijo o una mujer que cada vez está mas convencida de que su hijo homosexual tiene derecho a la felicidad son solo ejemplos tangibles de una revolución que ya comenzó, que nadie puede negar y que nada, absolutamente nada puede detenerla.


José Eduardo Rodriguez Pérez / @FeztGDL

HOMOSEXUALES, PROLETARIOS ...Y DESCLASADOS



Abril 201


Mucho se ha discutido sobre el papel de nosotr@s homosexuales en la lucha de los movimientos de la llamada clase trabajadora o “proletariado” (es decir, aquellos que al carecer de propiedad sobre los medios de producción se ven obligados a vender su fuerza de trabajo para proporcionarse los medios de subsistencia. A este sector de la población pertenece la llamada clase media y baja). El comienzo de este debate es en si mismo incorrecto pues supone que nosotros homosexuales estamos separados de la clase trabajadora afirmación completamente alucinante ya que la mayor parte de nosotros somos trabajadores o algún día lo seremos.


No niego con esta afirmación que también existen burgueses (es decir aquellos que son dueños de los medios de producción, compran la fuerza de trabajo de quienes no disponen de esos medios y ello les permite acumular capital o mercancías, característico de un sistema capitalista. A este sector de la población pertenece la llamada clase alta) homosexuales, si hay algo que caracteriza a nuestra comunidad y que la hace tan diferente a otras identidades colectivas, es su conformación “multiclasista” que hace honor a la consiga setentera de “estamos en todas partes”.


Sin embargo, dado que la mayor parte de la población no tuvo la (in) fortuna de pertenecer a la clase de los privilegiados, esto nos lleva a la conclusión de que la mayor parte de las y los homosexuales se encuentran en las filas de la clase trabajadora (en este punto omito llamarnos “proletarios” con el único fin de hacer énfasis en que, nosotros aún no contamos ni en la mayoría de los regímenes capitalistas ni en ninguno de los regímenes- fracasados del comunismo postsoviético con el derecho a tener nuestra prole, es decir nuestra familia, nuestros hijos).


Más sencillo, si se ha demostrado que no hay mas o menos homosexuales dependiendo el rango social, quiere decir entonces que de manera general, la mayor parte somos o seremos algún día obreros (porque la mayor parte de la población pertenece a este rango social). Y dicho esto, la pregunta, ¿Cuál debería ser nuestro papel como comunidad homosexual (obrera) en la lucha de los trabajadores? , adquiere una enorme importancia.


Pienso, que el gran problema con el movimiento de liberación homosexual hoy (entre muchos otros “grandes problemas”) es su carácter profundamente desclasado. Es decir, que no somos conscientes ni de lo que somos ni del papel real que desempeñamos en este sistema económico, político y social que nos explota (“los que más trabajan son los que menos tienen”) y que nos oprime (tanto por nuestra condición de proletarios como por nuestro placer de disidentes sexuales).


Somos tán poco conscientes del lugar que desempeñamos como sujetos que llegamos a pensar (porque es imposible vivir) como si fuéramos burgueses entre muchas cosas para incluso suponer que la lucha obrera está separada del movimiento de liberación homosexual. No nos damos cuenta, que nosotros (insisto), si bien somos homosexuales, también somos obreros y vivimos con un salario de obrero (o quizá menos que eso).


Por encima del pensamiento desclasado que como colectividad LGBT asumimos pasivamente, todos los días se consolida una cultura gay “aburguesada” que fomenta un estilo de vida elitista y lejano a las posibilidades del grueso de la población. Los medios de comunicación masiva han jugado un papel importante en esto y hacen uso de grandes mentiras a las que es importante poner un freno.


Por ejemplo, mucho se a dicho que los homosexuales tenemos un poder adquisitivo mayor que los heterosexuales. ¿Cómo se llegó a tan descabellada afirmación? El error se encuentra en la interpretación de las encuestas. Las casas de mercado que investigan las características generales y particulares de sus clientes descubrieron que quienes compran más, son homosexuales (esto se debe a que por lo general las personas y las parejas del mismo sexo no tienen hijos, hecho que les permite disponer de mas recursos económicos para gastos superfluos).

Esto no quiere decir que la generalidad de los homosexuales tenemos un poder adquisitivo mayor, más bien señala que en los sectores con alto poder adquisitivo los que compran más, son homosexuales (por razones concretas). El resto, es decir la mayoría de los homosexuales que no tienen un alto poder adquisitivo vivirán exactamente igual y con las mismas carencias que cualquier individuo heterosexual de las clases desposeídas de propiedad sobre medios de producción).


Lo cierto, en todo esto es que la gran masa de los homosexuales que no tienen un alto poder adquisitivo estarán fuera de los estudios de mercado, fuera y completamente excluidos. Lo cierto, es que en las sociedades capitalistas donde se pregona a los cuatro vientos la cultura homosexual del mercado, la moda y el llamado “buen gusto” (burgués) choca inevitablemente con la realidad de la inmensa mayoría de los homosexuales que viven hacinados en las grandes ciudades, sin redes de apoyo solidaridario, con el constante temor de perder su empleo o no encontrarlo y sujetos a actos de discriminación, que generalmente permanecen impunes dada la complicidad de las instituciones patriarcales opresivas con la burguesía y las inmensas masas trabajadoras seguidoras de la “moral” y las “buenas costumbres” (en realidad absurdos postulados de opresión sexual y afectiva).


Tampoco es para desilusionarse, esta reflexión lo único que hace es facilitar el camino en la toma de decisiones porque lo hace evidente. Dado que la gran mayoría de nosotros somos parte de la clase trabajadora, no podemos permitir que sigan avanzando leyes que hacen todavía más precaria las condiciones de trabajo de la clase a la que pertenecemos. Hoy por hoy, México busca avanzar en leyes que abolirían absolutamente todos los derechos laborales que se ganaron con tanto sudor y sangre en el pasado. La voracidad de la burguesía no tiene limites, buscan incluso abolir el derecho a huelga, retirar al Estado la responsabilidad de otorgar educación y servicios de salud de manera gratuita y hasta reducir el salario minino a 7 pesos por hora.


Así como estamos aprendiendo a organizarnos para defender nuestros derechos como homosexuales, es importante que también nos organicemos para defender nuestros derechos como trabajadores.


Así como entendimos que para defender nuestros derechos como homosexuales teníamos que aglutinarnos con otros homosexuales, es importante que nos agrupemos con los trabajadores para defender nuestros derechos también como trabajadores.

¿Cuál es el papel de los movimientos proletarios de la liberación homosexual en la lucha por la emancipación de los trabajadores? La respuesta no puede ser más sencilla.

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1ero. De Mayo, día internacional de la clase Trabajadora.


José Eduardo Rodriguez Pérez/ @FeztGDL


VOTO ROSA: ALGUNAS OBSERVACIONES. .


Agosto 2011


Justo cuando la idea de la construcción de una sociedad nueva vía socialismo o anarquismo fue abandonada por las nuevas generaciones gay de los años 90, surgió entre las entrañas del movimiento homosexual organizado la idea general de que las agrupaciones de la diversidad sexual formaran parte activa dentro de la dinámica electoral de las democracias liberales.


Solo entonces, cuando el sujeto dejó de ser visto por las jovenes organizaciónes gay, como un agente revolucionario del cambio para convertirse en un (consumidor) ciudadano con capacidad de votar, es que arrancaron los debates entorno al llamado “voto rosa”.

Muchas dudas surgieron para esta generación confiada en la democracia real y el progreso infinito. La más importante de todas, ¿por quien deberían votar los homosexuales? , y la segunda mas importante y a su vez la mas incomoda, ¿Cuál debería ser la estrategia para impulsar un voto rosa masivo?


Sobre la primera pregunta, evidentemente muchos activistas respondieron con sus palabras y con sus acciones, que los homosexuales debían votar por aquellos partidos políticos y candidatos que defendieran la llamada agenda arcoíris(es decir, aquella que reivindica derechos civiles para la comunidad homosexual y transexual). Eso dejaba fuera obviamente a los partidos considerados de derecha y obviamente a aquellos que sin ser de derecha no consideraban la agenda de la diversidad sexual como prioridad política para sus expresiones partidarias.

En México, al menos el primer supuesto ha sido seguido mas o menos con cierto aval y las organizaciones mas politizadas han buscado acercamientos con los llamados partidos de las izquierdas, primero el PRT(partido revolucionario de los trabajadores) de tendencia trotskista, luego el PSUM (partido socialista unificado de mexico) de corte marxista, y mas tarde el PRD (partido de la revolución democrática) y el hoy extinto PSD (partido socialdemócrata) ambos de tendencia liberal.


Poco se ha avanzado hasta hoy en México con esta supuesta alianza electoral entre la izquierda y el movimiento de la liberación homosexual, empezando porque son en realidad pocos los homosexuales que emiten un “voto rosa”. Sigue siendo hoy tema de debate entre muchas organizaciones dentro y fuera del país el como armar estrategias políticas para que un sector de la población que apenas comienza a construir una identidad propia pueda además votar priorizando siempre dicha identidad, en México seguimos sin encontrar el “como hacerle” para lograr tal hazaña.


Dichos estos datos y de manera personal, considero que la estrategia del voto rosa, es decir, buscar que la comunidad gay vote por partidos que apoyan la agenda LGBT es en si errada, y poco estratégica. A mi entender ni siquiera debería haber un voto rosa, sencillamente porque nuestros sueños y nuestras libertades no deberían estar sujetos o condicionados por los resultados de las urnas.


¿Qué quiero decir con esto?, que nuestra agenda no debería estar concentrada en que debería haber una mayoría de izquierda para poder avanzar, sino en que esta avance muy por encima de si las bancadas están gobernadas por uno u otro partido que conforma el gran circo de partidos en México.


Se que parece difícil pero no lo es, sobre todo si en vez de apostarle al voto rosa le apostáramos mejor a nuestra capacidad organizativa como comunidad de la diversidad sexual para encontrar aliados en todas las fuerzas políticas, que implique que independientemente de quien gane en las urnas (o en las calles), los derechos de la diversidad sexual sigan avanzando, no como la bandera de un partido, sino como el proyecto de reconocimiento de un sector de la población que ha sido tratado desde hace mucho tiempo, con enormes injusticias.


José Eduardo Rodriguez Pérez/ @FeztGDL

sábado, 25 de febrero de 2012

Se besaron para hacerse visibles

  • 2012-02-19•Ciudad y Región

Con el objetivo de hacer “visibles” a las personas que tienen preferencias sexuales lésbicas y homosexuales, este sábado se llevó a cabo un “beso masivo” en la Plaza Guadalajara, ubicada justo frente a la Catedral de Guadalajara.

En la actividad que se efectuó en el marco de la Jornada Informativa por el Amor, el Respeto y la Aceptación, participaron diez parejas, en su mayoría de mujeres, que forman parte del Colectivo Sensaciones Diversas, Colectivo Guanatos Bisexual y el colectivo lésbico tapatío.

José Eduardo Rodríguez Pérez, integrante de la Red Universitaria de la Diversidad Sexual, indicó que la manifestación busca instaurar el matrimonio igualitario: “Estamos demandando que se apruebe una iniciativa de ley a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo, que permitiría dar protección jurídica y derechos básicos a parejas que han decidió vivir bajo el mismo techo”.

Paulina Flores, integrante del Centro e la Diversidad de los Derechos Sexuales, señaló que existe más “tabú” en contra de las lesbianas y que las parejas que se atreven a demostrar su afecto muchas veces son reprimidas por policías.

En la Plaza Universidad se llevó a cabo la celebración de matrimonios simbólicos, tipo kermés, de hombres homosexuales y mujeres lesbianas. A las parejas se les entregaba el “acta de matrimonio”, anillos y condones. Hasta a las 19:00 horas se habían “casado” más de 60 parejas. También se proporcionó información para prevenir el VIH y de respeto a la diversidad sexual.